29 de Noviembre de 2020










Actualización 1 de Diciembre de 2020
A JOKER, al que, además del problema de dar vueltas sobre sí mismo, se le están sumando traumas consecuencia de una posible mala vida. Resulta que al pequeñín le da un miedo atroz la calle, hasta el punto de no parar de llorar y temblar en cuanto la pisa. No sabe andar con correa ni es capaz de relajarse durante un paseo que debería ser su momento de desestresarse y desfogar.














No creáis que esa carita de no haber roto un plato nos lo está poniendo fácil.
Cuando empezó con la medicación, perdió totalmente el apetito y empezó a tener unas crisis de vómitos que nos tuvieron varios días con las carnes abiertas. Estaba tan apático y triste que ni siquiera quería mimos. Añadimos Cerenia y un protector gástrico y afortunadamente mejoró, pero qué sinvivir.
Además es un granuja y sabe más que Lepe. Ahora se ha enterado de que le engañamos con comida rica para darle sus pastillas y ha decidido que por ahí no pasa. En cuanto se da cuenta de que un manjar lleva sorpresita dentro, ya puede ser el bocado más apetecible del mundo que no vuelve a probarlo.
Y así nos tiene cada día, de los nervios, exprimiendo nuestra creatividad para inventar nuevos engaños y que se tome sus medicinas sin descubrirlas.
Hace con nosotras lo que quiere porque sabe que nos pone ojitos y nos tiene a sus patas.
Pero es que hay que quererle.
La semana que viene toca revisión 🤞
#Joker 💙
Los últimos días con JOKER no han sido nada fáciles.
Desde que empezó con la medicación, hace ya unas tres semanas, no sólo no ha habido mejoría alguna, sino que empezó a ponerse peor. Como os mostramos en los primeros segundos de vídeo, las marchas en círculo empezaron a ser tan frecuentes, intensas y caóticas que la criatura, incapaz de parar, hasta se mareaba. No respondía a la voz ni tampoco podíamos detenerle cogiéndole en brazos. Dejó de comer y darle la medicación se convirtió en una lucha diaria porque no había manera de hacerle tragar una mísera pastilla. En fin. Unos días que para nosotras se quedan, porque empezábamos a temernos lo peor y, no os vamos a engañar, verle así nos hacía replantearnos su caso y pensar si la lucha estaba mereciendo la pena.
Pues resulta que, tras insistir en la mala situación en la que se encontraba el chiquitín, le han retirado un medicamento y añadido otros, y como por arte de magia las vueltas han parado, ha recuperado el apetito y, por primera vez en un mes, hemos visto a Joker andando en línea recta y jugando con un peluche. Ha podido jugar por PRIMERA vez.
Tiene días y esto no es constante. De vez en cuando da alguna vuelta y si se pone muy nervioso con cualquier cosa entra en crisis, pero al menos nos ha hecho saber que hay esperanza y que nuestro pequeñín está luchando por recuperarse.
Para calmarle, vamos a intentar plantear su castración y también va a valorar su caso el mejor neurólogo que conocemos para saber si estamos yendo por buen camino y si podemos hacer algo más.
Por ahora nos conformamos con verle feliz en sus momentos de relax 💙
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